Cuando empezamos a hacer manualidades siempre tenemos miedo de no saber hacer bien las cosas. Pero lo mejor de todo es que siempre podemos volver a empezar y conseguir resultados que nos hagan sentirnos bien. Para ilustrar esto os quiero poner ahora un ejemplo: Toñi trajo un jarron de cristal en forma de copa. Primero pensamos en trabajar el fondo con papel de decoupache. Pero no terminaba de ser lo que Toñi quería. El segundo intento lo hicimos con un craquelado y envejecido.
jueves, 12 de julio de 2012
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